Este texto lo he titulado así porque es gracias a la maternidad y habiendo atravesado los primeros años, que ahora estoy preparada para acompañarte.

Durante esta etapa de mi vida afino el oído interno aún más para poder hacer el viaje transformador hacia la que ahora soy, acompañando a mi hija de la forma más sana y empoderada posibles.

Antes del 2022 durante 10 años, he estado trabajando en el acompañamiento terapéutico con diferentes métodos a un variado público de personas, en su mayoría mujeres, niños y jóvenes de edades diferentes. Si investigas un poco mi web podrás conocer un poco mejor mi recorrido profesional.

En 2022 me embarqué en el viaje hacia la maternidad. Esto me ha supuesto una transmutación como persona y como terapeuta.

Desde el momento en el que decidí traer una vida al mundo, supe que entraría una nueva energía en mi sistema familiar.  La forma en la que yo misma me sentía en la vida y en la que los demás me veían cambió. Intuí que los recuerdos de mi vida, mis patrones emocionales y todo lo que me conformaba, se verían removidos e inevitablemente transformados.

Te explico por qué:

Una de las oportunidades que brinda la maternidad es atravesar un constante de emociones y recuerdos sobre tu historia personal, tu infancia y tu recorrido vital.

Y más intensamente… atraviesas tus sombras. Es decir, todas aquellas partes de ti que no quieres ver, aceptar, o te duelen profundamente. Esto sucede porque estamos en un viaje hormonal increíble y a su vez entramos en una nueva realidad y frecuencia energética. Esto hace movilizar nuevas situaciones contigo misma; con tu pareja si compartes crianza; con la familia; con la realidad exterior.

La crianza es un despertador permanente de estas partes de ti. No solo tienes que aprender a cuidar de otra personita, amarla, atenderle y darle todo de ti, sino que además se despiertan miedos, sensaciones, incluso angustias que estaban ahí antes, solo que se potencian.

Como dice Byron katie u otros grandes pensadores, profesionales y maestros, todo lo que se manifiesta en tu vida que despierta malestar es una oportunidad para mirar dentro de ti y transformarlo en amor y aceptación. Tenemos el poder de elegir, elegir que queremos pensar, sentir, vivir. Estas sensaciones son manifestadas para darnos consciencia y sanación a nuestra vida.

Por supuesto que la maternidad también es realmente dulce. Es una explosión de ternura, plenitud, satisfacción y alegría diaria, pero en el otro lado de nosotras, en algunos momentos de esa crianza, se encuentra la otra parte que también sucede.

Estamos tan inmersas en darlo todo a nuestra hija o hijo que de alguna manera nos olvidamos de nosotras. Sin embargo esta experiencia nos da la oportunidad de que podamos conocernos en más profundidad.

Poder vivir esta muerte de la que fuimos y recibir conscientemente a la madre que somos, de una forma amorosa y digna. Para que la nueva vida que viene pueda vivir con más luz, amor, honestidad y completitud en sus dones y talentos innatos.

Durante el embarazo, practicaba yoga, caminaba a diario y leí algunos libros sobre la gestación y parto que me abrieron la mente. Destaco especialmente a  Ibone Olza, donde a través de su lectura, me di cuenta de cómo se ha subestimado el valor de traer vida al mundo. Me conmovía la falta de apoyo profesional en mi sociedad, algo de lo que no era consciente antes de ser madre.

Me preparé física y mentalmente para dar a luz, y me inunde en la confianza plena de la naturaleza creadora que soy. En el alumbramiento de mi hija pensé en la fuerza de las madres ayudándome a traer la vida. Sentí una profunda conexión con mi feminidad y la sabiduría innata de ser mujer. Me sentí como una hija de la tierra, creando una nueva vida y trayéndola al mundo.

Después de toda esta vivencia, comprendí que es necesaria en la gestación, parto y posparto, una transmisión de conocimientos fundamentales. Herramientas prácticas y de apoyo emocional, para ayudar a un ser humano a nacer y a una mujer a dar vida de forma sana, vital, fuerte, digna, amada y acompañada. Herramientas básicas como:

Ejercicios y visualizaciones desde el inicio, especialmente a partir del segundo ciclo, para trabajar el cuerpo durante la gestación. Preparar tanto el cuerpo como la mente para el día del alumbramiento y se pueda dar a luz, dentro de lo posible, de forma natural. Tener un apoyo emocional y psicológico que puede ser grupal o individual. Acompañarnos a trabajar la confianza y la conexión tanto con el bebé como consigo misma.

En el postparto las mujeres estamos muy sensibles y sería fundamental tener apoyo en este proceso. Además de orientarnos, empezando por la lactancia, como una crianza respetuosa, como hacen las puericulturas.

Esto ya no solo cambia el concepto de estar embaraza y dar a luz, sino que el ser que viene al mundo, lo hará desde la atención y el cuidado que necesita cada persona para iniciar un camino SANO en el mundo.

Es entonces ahora, a finales del 2024 que me muestro para ti, a quién me lees, para que conectes conmigo en este viaje que se te presenta si así lo sientes. Porque lo he experimentado, porque he compartido con otras madres esto y porque quiero ayudarte y quiero ayudar a las nuevas personas que vienen al mundo.

Acompañar a otras mujeres en su proceso de empoderamiento a lo largo de mi camino ha sido revelador, para comprender entre otras potencialidades, que importante es que nos reconozcan y nos digan:

“Aquí estás segura. Aquí puede SER tú”